Para disfrutar de un fin de semana largo no es necesario salir de Lima. Nuestra capital ofrece variadas alternativas de destinos turísticos que, nos abren las puertas hacia nuestra historia. Entre ellas tenemos a la ciudad de piedra, Marcahuasi, denominada quinta maravilla natural del Perú.
Realmente, ningún pretexto es válido para dejar de visitar esta meseta que se encuentra dentro de la jurisdicción de la comunidad de San Pedro de Casta. Marcahuasi quiere decir casa del protector, pues comuneros de la zona aseguran que los primeros antepasados vivieron en este lugar, cuyos espíritus protegen al pueblo.
Este montículo de rocas se ubica a 83 Km. al este de Lima, en la provincia de Huarochirí y se encuentra a 4 200 m.s.n.m. Este lugar se caracteriza por tener un clima variado, con el sol casi todo el año por las mañanas y una temperatura por las noches que puede descender hasta los 0° C, en invierno. Además, es un sitio atractivo que se muestra como una buena opción de ecoturismo en nuestro país.
La hilera de las piedras hace que Marcahuasi destile un colorido panorama. Es fácil mirar este paisaje y sentir cierta tranquilidad. Desde este punto se puede contemplar la ciudad y la riqueza de nuestros Apus (cerros). En la calidez de la tarde, vientos fríos soplan de rato en rato extendiendo un velo de fina lluvia para formar hermosos arcos iris que adornan el paisaje, al tiempo que comuneros, después de pastear sus ovejas, bajan de los cerros.
Circuito turístico
En medio de un paisaje vegetativo, descansan imponentes los monumentos de piedra. Durante el recorrido nuestros ojos se despliegan al observar la construcción natural: piedras y cuevas que no han desaparecido con el correr del tiempo.
En el recorrido se puede apreciar tres promontorios rocosos: El monumento de la humanidad, que lo denominó así Daniel Ruzo por mostrar representaciones humanas, el cual se puede apreciar rostros posicionándose en diferentes ángulos; el Altar del abismo que era una legendaria mesa de sacrificios humanos, en este lugar los cadáveres eran expuestos para ser devorados por los cóndores, y el anfiteatro que se denomina así por la gran acústica que posee, en este lugar se puede apreciar grandes bloques de piedra y los precipicios que se generaron por efecto de la erosión.
En la parte baja están las formaciones rocosas como el alquimista, los amantes y el infiernillo. La fortaleza se encuentra a 4 500 m.s.n.m En medio de los paisajes gobernados por inmensas formaciones rocosas, nacen hermosas lagunas.Es hora de irse. El atardecer nos deleita con la claridad del cielo. Las montañas rocosas nos despiden como a los mejores amigos, los caballos esperan el retorno al pueblo de San Pedro de Casta, en esta comunidad la modernidad ha hecho que busquen mezclarse con las costumbres occidentales, pero ante todo buscan preservar su pequeño espacio del cual se sienten orgullosos por ser parte de una tradición que perdura a través del tiempo.