miércoles, diciembre 01, 2010

Escabeche de gallina: un suculento plato

En provincia la cultura culinaria es más casera. El gusto por la cocina nace cuando probé el exquisito plato de mi abuelita Margarita, que no supo heredar mi madre. En Huaraz es típico ver la venta de comida casera en los mercados, es más uno de los atractivos de este lugar

Me encanta cocinar, identificar sabores, aromas e ingredientes. Echándole un vistazo a mi primer encuentro con la cocina, viene a mi memoria el recuerdo del la persona más tierna, comprensiva y dulce de mi vida, por medio de la cual decidí aprender a cocinar: mi abuelita Margarita.

Durante las vacaciones de verano del colegio, siempre solía viajar a Huaraz con mis padres para visitar a mi familia, primos, tíos y mis abuelitos. En la visita que realizaba procuraba ir a las chacras para jugar, pero en ese recorrido me permitió conocer los famosos pacaes, granadillas, melocotones y otras frutas típicas de Huaraz.

Mi abuelita esperaba con ansias mi llegada, siempre me recibía con una sonrisa que solo ella sabe mantener con el pasar de los años. Al llegar me recibía con un panorama único, una gran mesa que daba inicio a un gran banquete familiar que traería mucha cháchara y tertulias.

Al llegar, mi abuelita nos preparaba los más suculentos platillos que caracterizan a la zona. Cuando nos daba la bienvenida era inevitable observar el plato que poseía un aglomerado de cebollas. Me dio mucha curiosidad probar ese platillo que mis tíos y mis padres comían con tanto agrado.

Mi amorosa abuelita, que me veía con mucha curiosidad como observaba el plato que comían mis tíos, decidió ofrecerme la bandeja que había puesto para mis primos. Pero sentía temor de probar ese platillo. Era el famoso escabeche de gallina que deleita a muchos pobladores limeños. No podía ignorar la propuesta que me hacía, pues mi mamá me miraba con un rostro entre molesto y dulce. Cómo decir no a mi abuelita.

Sin embargo, cuando ingresó a mi boca este alimento fue increíble, la cebolla no amargaba, el aderezo era exquisito, en ese momento no me interesaba qué ingredientes tenía, pero posteriormente cuando decidí aprender a cocinar mi madre me enseñó con tanto carisma la lista de productos necesarios.

Lo que caracteriza más al escabeche es el aderezo que está compuesto por ají amarillo, un poco de vinagre, orégano, sal, pimienta y de aceite para dar gusto, esto combina a la gallina y al camote. La mezcla de la cebolla con las especies provocó diferentes sensaciones de agrado en mí.

En lima este plato lo preparan diferente, la sazón de mi abuelita era más casera. En las calles de Huaraz era común ver carretilleros que vendían sus tantos platos típicos entre ellos el cuy chactado, el sancochado y el escabeche de gallina.
Mi abuelita quedo feliz al ver que había acabado todo el escabeche, mi madre pensó que lo había comido solo por compromiso, pero debo confesar que desde ese día el escabeche de gallina es uno de mis platos favoritos. Me di cuenta que mi abuela posee un sazón única, los platos que prepara deja encandilados a todos sus comensales, incluyéndome.

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